El uso del hielo sobre la piel es un ritual muy popular entre las mujeres. Lacrioterapia, o terapia con frío, se emplea como parte de tratamientos de cuidado de la dermis desde hace varios años ya. Es una forma instantánea de mejorar la circulación sanguínea y de dar al rostro un brillo súper saludable.
Además, el hielo previene el envejecimiento prematuro y las arrugas. También refresca la cara, retrasa la formación de las líneas de expresión y combate la formación de manchas y el acné.
Los beneficios que brinda para la piel son variados: desde otorgar mayor suavidad, se lo utiliza como tóner para los poros, funciona como un alivio para los ojos hinchados y ayuda a controlar las imperfecciones.
En esta nota, te contamos un tratamiento facial que podés hacer, todos los días, tanto por la mañana como por la noche:
1. Empezá con una limpieza profunda de tu rostro.
2. Después, envolvé uno o dos cubitos de hielo en un paño, gasa u otro tipo de tela.
3. Ni bien comience a derretirse el hielo y el pañuelo se vuelva húmedo, aplicalo en tu cara.
4. Agarrá el paño sobre las diferentes zonas de tu rostro de uno a dos minutos aproximadamente.
5. Mové los cubitos con movimientos circulares suaves a lo largo de la línea de tu barbilla y la mandíbula, tus mejillas, tu frente y la nariz. Cuidado al pasar por debajo de los ojos.
6. Completá el tratamiento facial con una crema hidratante u otro tipo que utilices diariamente.
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